En los ùltimos años, he tenido la suerte de viajar y conocer lugares. No es intensiòn hacer una cronologìa, pero irè contando lo que vi y vivì en cada lugar.
Puedo empezar por Tandil. Allá por octubre de 2005, con un matrimonio amigo decidimos visitar este lugar, y de tanto buscar y preguntar vía Internet, dimos con las cabañas Inti-Yaikuna. Un lugar hermosísimo, si existe la palabra, en un lugar privilegiado y con una atención formidable por lo ameno y familiar, con la opción de hacer tirolesa, rappel y treakin.
El lugar y la amabilidad de la Familia Magrone, sus propietarios, nos tentó a volver al año siguiente, en dónde pudimos conocer la nueva confitería-mirador Waira, inaugurada en ese tiempo, dónde disfrutamos de riquísimas comidas elaborados por ellos mismos. En cuánto a los paisajes de Tandil, sería redundante hablar de ellos, ya que es conocida su belleza y lugares de interés. La réplica de la Movediza está bastante ajustada a la real, con el agregado de lo acertado que estuvieron las autoridades de turismo al construir la pasarela que, a modo de circuito, rodea a la piedra, cosa que en otro tiempo era un paseo algo inseguro acercarse al lugar del emplazamiento.
http://www.inti-yaykuna.com.ar/
Pocas palabras
Cuando el tiempo esta disponible (y la billetera también), nos gusta viajar y conocer lugares de interés turístico. Es la intención de este blog, contar experiencias y dar a conocer detalles de los lugares de alojamiento en cuanto a calidad de atención e infraestructura, paseos, divertimentos, lugares para comer y para divertirse, etc. Desde ya, agradecemos las colaboraciones.
Yorsh
21 febrero, 2009
16 febrero, 2009
El lugar
Hace 42 años, iba por primera vez a Villa Gesell, en ese entonces era un lugar de un encanto especial, con sus pinares, su tranquilidad, su onda hippie de los inicios del rock nacional. Con sus calles de arena que desconocían a la línea recta, sus dunas y sus anchísimas playas. Con el tiempo, la mayoría de esas características se fueron modificando, en mi opinión, en forma negativa, Desaparecieron los médanos, incrustaron una av. Costanera (hoy ya no existe, pero el daño causado sí existe). Sólo quedaron las calles curvas y el modo de vida informal. De todos modos, siempre fue el destino de nuestras vacaciones. Cada vez que el clima no
era propicio para la playa, íbamos a pasear por Mar de las Pampas, un lugar que hace escasamente 10 años atrás, era sólo bosques, pocas (y hermosas) casas, un parador en la playa (balneario Soleado) y la chocolatería La Pinocha. Si bien hoy en día, este lugar explotó turísticamente, mantiene esa calma y tranquilidad que me hacen recordar a la Villa gesell que ya no existe, si bien la onda ya no es hippie, diría que yuppie. La señal de telefonía celular es muy débil, ya que no se ha permitido la instalación de antenas para evitar la contaminación visual, cuestión a la que adhiero totalmente. La billetera deberá estar bien cargada para alojarse en este lugar, el resto, uno puede arreglárselas de diferentes formas (comidas, paseos,etc.). Al no haber grandes actividades nocturnas, es el lugar ideal para familias con hijos pequeños, o gente que busque la tranquilidad extrema, a pocos Kms del ruido intenso (Gesell a 6 Km ó MDQ a 80).
http://www.mardelaspampas.com.ar/

http://www.mardelaspampas.com.ar/
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