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Pocas palabras

Cuando el tiempo esta disponible (y la billetera también), nos gusta viajar y conocer lugares de interés turístico. Es la intención de este blog, contar experiencias y dar a conocer detalles de los lugares de alojamiento en cuanto a calidad de atención e infraestructura, paseos, divertimentos, lugares para comer y para divertirse, etc. Desde ya, agradecemos las colaboraciones.
Yorsh

27 agosto, 2014

Cartagena de Indias



 Como primera visita al Caribe, decidimos empezar por el sur de este mar. Y elegimos Cartagena por su interesante historia y por la posibilidad de conocer lugares cercanos. Luego de un apacible viaje sin contratiempos de importancia, de aproximadamente 7 hs a Panamá con espera de 4 hs para el transbordo a Cartagena, llegamos al hotel Decameron Cartagena, bien entrada la noche.

 Como dijimos, llegamos bien entrada la noche al Decameron Cartagena, tras que el check-in fue algo lento, nos dirigimos a la habitación designada en el piso 18, con una demora importante, ya que este hotel tiene muchos pisos y solo dos ascensores. A la fecha, es el único hotel con el sistema "All-Inclusive" y la relación precio-servicios es muy ventajosa.La habitación muy cómoda, con una vista espectacular, pero con un leve olor a humedad. El problema de este hotel es la escasa cantidad de ascensores (dos) para tamaño edificio y cantidad de habitaciones.Por la mañana fuimos a desayunar, siendo todo muy abundante y para todos los gustos, con una atención del personal muy grata y eficiente, pero esquivando las tretas de los vendedores de tiewmpo compartido, que te "atacan" apenas te ven nuevo en el hotel. Decidimos cruzar la calle e ir al sector reservado del hotel en la playa, y ahí empezó el desesperante acoso de vendedores ambulantes y masajistas, todo con una actitud muy "pesada" para ofrecer sus carísimos productos. Era una visión increíble, fue la primera vez que veía a vendedores haciendo cola para atosigar y ofrecer al cliente. El bar en la playa muy bueno, con mucha variedad de tragos para todos los gustos. La playa no es muy linda, arena muy oscura y lo mismo el mar, nada que ver con otras playas caribeñas, pero el agua es templada y con oleaje.
La primer visita fue a la ciudad vieja amurallada de Cartagena de Indias, fundada en el siglo XVI. Es una ciudad para no perderse de visitar, con sus casas coloniales coloridas, sus plazas y el adoquinado de sus calles. Aquí se encuentra la casa de Gabriel García Márquez, y una escultura de Botero del cuerpo de una mujer recostada. Se puede tener la opción de pasear en mateo con la guía del conductor.
Un paseo imperdible es al castillo San Felipe de Barajas, construído en la época colonial en 1657 y situado sobre el cerro San Lázaro. Caminar por sus túneles es una buena experiencia. Se puede conocer el Palacio de la Inquisición construído en 1770 de estilo colonial y barroco. Volvimos una noche a visitarla con un mateo alquilado para ir a cenar a la ciudad vieja como festejo de cumpleaños de nuestra amiga y compañera de viaje. Fué una experiancia inolvidable. El conductor iba por las avenidas a toda  la velocidad que puede andar un caballo hasta llegar a la ciudad vieja. Allí nos dió un corto paseo con explicación. El ambiente se transforma en mas festivo, con artistas callejeros y todo el colorido nocturno. Cenamos en una parrilla estilo argentino, muy caro, pero se trataba de un festejo, Cena para cuatro, alrededor de 120 U$S.
Al día siguiente tomamos una excursión a las Islas del Rosario, que es un archipiélago pequeño de 28 islas. Aquí se encuentran los parques nacionale Colombianos, para protección de los arrecifes coralinos. Paramos en una isla en donde ofrecen comidas autóctona, generalmente a base de pescados de la zona. Hay que ser muy amplio gastronomicamente hablando, para saborear estas comidas.
Luego de disfrutar estas playas, el barco nos llevó a una playa llamada Playas Blancas, en donde el color del mar y su arena, la hacen de una hermosura increíble.
El barco no tiene donde atracar, asi que hay que bajar al agua con la ayuda de los marineros. Luego de visitar los puestos de artesanía y del bonito lugar, volvimos al barco de la misma forma que bajamos.
Una vez llegado de nuevo a Cartagena, fuimos hasta un lugar  llamado Plaza de las bóvedas, es un antiguo calabozo del siglo XVIII y en el que ahora hay un monton de tiendas para comprar recuerdos tan coloridos como lo es Cartagena.